"Ni sí, ni no se les mojó, pero a los trencillas, sí que en verdad les influyó"
Ahora que se habla de lluvia, agua y hectómetros arriba y hectómetros abajo con nuestros pantanos, he querido escribiros de los estanques y albercas...y sobre todo de una muy especial relacionada con el fútbol "La del coleno".
Los más viejos aún recuerdan esta popular y ya desaparecida alberca, ya que desde muy niños frecuentaban este lugar que estaba situado muy cerca de la parte suroeste del estadio Vivar Téllez, ya fuese para jugar, capturar ranas o darse especialmente un chapuzón bien agradecido, (cuando tenían algo más claras y limpias sus aguas), en las calurosas tardes de verano en Vélez-Málaga.
Por entonces, si se querían dar un buen baño, y además gratis, había de alguna manera que llenar y entregar como pago al dueño de la alberca, Rafael Domínguez Atencia, apodado curiosamente como “Pepe el Coleno”, una espuerta con el estiércol procedente de las boñigas que dejaban las bestias en diversos puntos de nuestra ciudad o de aquellas que campaban por las cercanías del mencionado terreno de cultivo, y que también era popularmente conocido por el de “Las Hacillas”.
Este estanque, que se suministraba de agua gracias a una noria que había muy próxima, se encontraba al mismo nivel del suelo. No era muy grande, medía entre los diez y doce metros de largo por cinco de ancho, y su profundidad no pasaba mucho más del metro y medio. Su función no era otra que acumular aguas para regar las tierras que estaban preferentemente cultivadas por coles (de ahí le llegaba al dueño de las tierras, el apodo de “Coleno”), así como en diferentes épocas de maíz, batata, rábanos y acelgas.
Por entonces en Vélez –Málaga había muchas albercas, pero la del “Coleno” al igual que otras más cercanas, las conocidas popularmente por la del “Pitoto” o la del “Coíno” situada en el Molino Las Monjas, eran sin lugar a dudas la que más se llevaban el tirón de la juventud, estanques que tenían entre otras misiones fundamentales, la de dar de beber a los muchos animales que por entonces se utilizaban para las faenas agrícolas.
RECURSO INTIMIDATÓRIO
En el ámbito deportivo, la alberca del “Coleno” también fue utilizada por los aficionados veleños como “monumento intimidatorio” o recurso para amedrentar a aquellos árbitros que, “no se portaban” lo más decoroso posible con el titular del Vivar Téllez.
La verdad es que todavía existen dudas de sí en verdad algún trencilla llegó a probar el agua de la alberca “invitado”, tras una mala tarde, por los furibundos aficionados locales.
Este rumor de mojar a los árbitros en Vélez, se hizo tan popular como creíble, que puso de entre aviso a aquellos que, llegados de la capital malagueña o de fuera de la provincia, iban a dirigir algún partido de fútbol en nuestra ciudad.
Es más, algunos incluso antes de entrar al estadio Vivar Téllez, solían preguntar por el lugar exacto donde se encontraba la ya famosa alberca del “Coleno”, situación que venía provocada por los comentarios desafiantes y desagradables que le llegaban a sus oídos nada más bajarse del tren o taxi y pisar nuestra ciudad.
A finales de los años setenta esta popular alberca fue perdiendo su utilidad, y con el crecimiento urbanístico de nuestra ciudad, desapareció.
De esta manera se perdió un recurso intimidatorio, que resultó en muchos casos hasta “positivo” en los arbitrajes al C.D. Veleño por parte de los numerosos trencillas que visitaron el vetusto estadio Vivar Téllez.
0 comentarios:
Publicar un comentario