domingo, 6 de mayo de 2001

LOS CROMOS DEL ARCA DE NOÉ


Las viejas colecciones de cromos, protagonistas de tantos y tan gratos recuerdos llenos de nostalgia, no son, contra lo que pudiera pensarse, un invento moderno. En Europa la aparición del cromo como medio divulgativo o de promoción de un artículo determinado tuvo su lugar de entrada hace ahora más de un siglo.
En nuestro país para no ir más lejos, en puertos de mar como los de Barcelona, Vigo, Gijón, La Coruña... Málaga, se recibían de forma intermitente productos de ultramar, muchos de los cuales (café, cacao, vainilla), llevaban en sus envoltorios multicolores estampillas destinadas a alabar la calidad, sabor y procedencia de dichos productos.
Muy pronto el público infantil comenzó a sentirse atraído por aquellas etiquetas o “estampas” en blanco y negro y más tarde en colores llamativos.

Aparecieron nombres y marcas extranjeras, aves exóticas, flores, razas humanas, animales... etc., que hacen que surja en Inglaterra y poco más tarde en países con tradición imperial como España, un coleccionismo, que, en realidad, se remonta a los siglos XVII y XVIII.
Hoy día hay importantes coleccionistas de obras de arte, sellos de correos, muñecas, llaveros, insignias deportivas y de cromos de fútbol, sin duda la temática más perseguida cada año.
Jugadores driblando, chutando, cabeceando y despejando el balón; estadios famosos con sus banderas al viento, los escudos representativos de los clubes españoles de primera división participantes en el nuevo campeonato liguero.
Aunque ya existían cromos de jugadores de foot-ball a comienzos del siglo pasado, el primer campeonato de liga que se celebró en nuestro país (1928-29)
y que ganó el F.C. Barcelona, ya tenía una edición de 80 cromos en blanco y negro.
Los deportes de masas, en especial el fútbol y el boxeo, experimentaron un extraordinario arraigo popular en aquellos años, naciendo numerosos grupos de hinchas en todas las ciudades y pueblos de nuestro país.

EL ARCA DE NOÉ
A comienzos del siglo pasado, muchas fueron las familias que procedentes de otras provincias andaluzas se afincaron en nuestra ciudad. Los Martín Collado de Úbeda fueron una de ellas, familia emprendedora que al poco tiempo de instalarse en Vélez, abrirían un respetable comercio en la hoy ya desaparecida calle Juan Fernández Palma, 3, antigua Mesones.
Este nuevo negocio suministraba al cliente veleño, todo lo que en particular podía demandar en aquella época, es decir, desde una simple golosina para los pequeños, hasta telas, sombrillas, lámparas de petróleo, bastones, bisutería, espejos y cuadros... etc.
Curiosamente la primera publicidad que empleó Martín Collado Herrera para dar a conocer su negocio, denominado hábilmente “El Arca de Noe”, se hizo a través de una colección de 22 cromos que tenían como protagonistas a los jugadores del Athletic Club de Bilbao y del Europa de Barcelona, y que representaban las alineaciones del partido correspondiente a la Final del Campeonato de España celebrado en el Estadio de las Corts, el 13 de mayo de 1.923.
Partido que ganó el equipo vasco por (1-0) tanto conseguido por el delantero internacional Travieso.

Estos cromos, de una peculiar cartulina endurecida, fueron pedidos expresamente a la firma francesa Guerin-Boutron, que tenía por entonces un sistema pionero de fabricación denominado cromolitografía, técnica capaz de imprimir una imagen en color a un precio razonable.

Muchísimos fueron los niños veleños de aquella época, que se desvivieron por tener al alcance de su mano la colección denominada, “Jugadores Campeones”, y que tenía publicado en una parte del reverso del cromo (foto), el Reglamento Internacional de Foot-ball Asociación. En la parte, la extensa gama de productos que ofrecía al cliente, indicando el popular eslogan de aquellos tiempos... Jamás se dice ¡No hay!

Esta colección, tras siete años de búsqueda incansable por todos los mercadillos y ferias del papel antiguo de España, pude felizmente completarla en 1.997.

Cromos de valor incalculable para el coleccionista profesional, y que se mostraron en Bilbao dentro de los numerosos actos y exposiciones que se celebraron entonces con motivo del Centenario del Athletic Club de Bilbao en 1.998.