sábado, 13 de abril de 2002

EL FÚTBOL Y NUESTRA SEMANA SANTA


Es obvio que la Semana Santa veleña que disfrutamos todos hoy, es el resultado de una particular evolución, y en donde las circunstancias históricas, tradiciones, gustos estéticos y modos de entenderla y vivirla por sus protagonistas, han hecho que se configure, gracias a muchos esfuerzos, de una manera determinada.

Este artículo quiere ir encaminado a recordaros que el fútbol veleño contribuyó de manera también importante, a que las hoy magníficas procesiones por la ciudad, fueran de nuevo una realidad.

Así ya se puede comprobar por la prensa, de un partido entre el Vélez CF y una Selección local a beneficio de la Real Cofradía del Santo Sepulcro. Encuentro que ganó el titular veleño por el resultado de 5-1 y además con la anécdota que alinearía este a sólo diez jugadores (Fernández, López, Esclapez, Antonio Pérez, Bernardo, López, Andérica, Rafaelillo, Fuentes y Castaño II ).

Este partido benéfico que según se relata, el colegiado Sr. Altamirano, no pudo llegó a concluirlo en buena manera, ya que lo suspendería a falta de algunos minutos obligado por las malas artes de dos jugadores del primer equipo, los hermanos, Manuel y Miguel Jurado, que serían apartados definitivamente del club veleño.

Años más tarde, tras los crueles episodios de nuestra guerra civil, algunas Cofradías pudieron salvar sus sagradas imágenes titulares o parte de ellas; otras lo perdieron absolutamente todo, e incluso, desparecieron de la escena procesionista veleña. A pesar de la situación tan poco halagüeña y de grave crisis económica que sacudía al país, las Cofradías no se detuvieron e iniciaron prontamente al proceso restaurador de su Semana Santa.

El deporte y en este caso el fútbol en Vélez-Málaga, empezaría a finales de los años 40 a cobrar de nuevo un principal protagonismo como la única diversión en las tardes de sábado y domingo.
Ante la falta de un club en competición federada, ya que el Vélez F.C. jugaba sólo amistosos, la ciudad en sus diferentes barrios, albergaría a otros representantes futbolísticos.

Ahí estaban su remozada cantera y los populares, Betis Veleño (representativo a la zona del Mercado) con los Paco Castejón, Pepe Luis Ramos, Juaneque y Juanequillo, Lobillo, Ernesto Escalona, Federíco Ruiz, Arandilla...

La Balompédica del Barrio de Capuchinos que tenía un equipo bastante peleón con los Paillo, Chavarri, Cristino Pareja, Villalba, Morales, así también el Frente de Juventudes, o el popular Atletic Veleño de la Plaza de La India, con jugadores que recordamos como, Pepe Palma, Coín, los hermanos Juan y Antonio Benítez, Montosa, Paco Farré, Mambrolla...


El Sporting Club Veleño en el que militaban entre otros, Juan Lobato, Eugenio Zorrilla, Lauro, Langarita...
El Deportivo O.A.C (Obreros de Acción Católica) apodados también como “Los Piratas” y que tenía como referencia a los entornos de la Plaza de San Juan. De este equipo sobresalían entre otros, el guardameta, Antonio Ferrer “Fraguas”, Emilito, Pepe Reyes, Luchana, Fernández Lozano, Juan Domínguez

También participaría en algunos partidos el Comercio F.C. que representaba a la calle Las Tiendas y que lo había fundado el comerciante textil, Gonzalo Acuña Gómez.

Es por ello que el fútbol fuera, por las personas que aglutinaba, uno de los muchos objetivos de la Agrupación de Cofradías para obtener buenos recursos.

De esta manera, el año 1948 del pasado siglo lo debemos de tomar como referencia de partida, y donde podemos comprobar cómo se sucedieron numerosos encuentros de fútbol a beneficio de algunas populares Cofradías de la ciudad.

Datos que en su momento aportamos para la edición del Libro “50 años de la Agrupación 1948-1998” editado por la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Vélez-Málaga y editado en la Imprenta Corral.

Todos los equipos de los diferentes barrios de la ciudad unieron esfuerzos y decidieron promover, junto a la nueva Agrupación de Cofradías, algunos torneos con los que poder recaudar alguna cantidad para que de nuevo sus imágenes pudieran salir lo más solemne posible por las calles de Vélez-Málaga.

La poca propaganda de aquella época que se conserva, muy en particular la de mano y en forma de unas cuartillas finísimas de diversos colores que imprimían la desaparecida Imprenta Imperio y la de Juan A. del Corral, nos da fe de partidos celebrados en los meses de marzo, abril y mayo de 1948.
El 19 de marzo se juega un Vélez C.F. (reforzado con varios jugadores del C.D. Málaga) ante la Escuela de especialistas de Aviación y a beneficio íntegramente de la Cofradía del Cristo de los Vigías. Partido en el que se alcanza a recaudar 3.300 pesetas.

Unos meses después es la Cofradía de excombatientes de Ntra. Sra. de los Desamparados quién organiza un Torneo que dura varias semanas y en el que colaboraba el Ayuntamiento veleño otorgando al equipo campeón una preciosa Copa de plata. Los partidos se disputarían en el desaparecido campo de juego del Tejar de Pichelín con los clubes anteriormente mencionados.


Se recaudaría en la Copa “Ntra. Sra. de los Desamparados” cerca de 8.000 de las antiguas pesetas, eso sí para ello hubo de celebrarse dos finales, ya que en la primera de ellas (30 de mayo de 1948) entre el Atletic Veleño y Betis Veleño el partido había concluido en empate (dicen que estaba pactado así) entre futbolistas y cofrades para buscar más taquilla en un segundo partido que se celebraría el 6 de junio.

El reclamo en los programas de mano ya avisaba a los aficionados de “Contribuir a vuestra Semana Santa, al tiempo que pasáis una tarde grata asistiendo a los interesantes partidos”.
Otros de los reclamos decían “Coopera al resurgir de tu famosa Semana Santa” o ¡Veleño! Contribuye al esplendor de nuestras ya suntuosas procesiones”.

Ya con el tiempo este tipo de partidos a beneficio de alguna Cofradía se fue perdiendo, quizás porque estas ya conseguirían, entre sus muchos hermanos, la posibilidad de buscar recursos en otros frentes que no fueran meramente en lo futbolistico, ya que algunos clubes desaparecieron y el Vélez con nuevo campo, el Vivar Téllez inaugurado en 1951 y con nueva categoría ya empezaba a vivir su particular “procesión” económica para salir adelante.