martes, 30 de abril de 2002

" MUNI- QUEOP"

Tomando el sol con mi hija en un parque cercano a casa, pude ver un interesante partidillo de fútbol en el que competían dos equipos de cuatro chavalines. Las porterías eran los bancos que tenían en el mismo parque por donde pasaban constantemente el chorreo de otros pequeños jugando a otros juegos.
Ese partido era de pelotazo va y pelotazo viene… pero a otros niños, madres y abuelos sentadas en los otros bancos continuos, todo ocurría sin sobresaltos en el guión normal de una tarde de primavera…
Estas circunstancias de indiferencia me llevó a recordar como empezó todo esto del balompié y como fue y como se combatió a principios del siglo pasado la denominada “cruzada contra el football callejero”…

Frenar el impulso natural de los niños a la hora de golpear la pelota en cualquier lugar del pueblo, era casi una misión imposible en la Vélez-Málaga de finales de los años 20.
Esta circunstancia produjo por parte de la Alcaldía, que era presidida por D. Rafael Santiago, el establecimiento de una severísima orden, para que los agentes de la Policía Urbana, impidieran que las calles y plazas se convirtieran en "campas de football".
Por muchas de ellas, Barrio de La Villa, Félix Lomas, Alhóndiga, Alberquilla, Cruz Verde, etc., apenas era posible circular a una hora determinada, sin que el transeúnte se viese expuesto a que aquellas pelotas fabricadas de trapo y también balones adquiridos por los más pudientes, se plantase en sus narices. Una orden en definitiva para evitar el incordiante instinto infantil, que era como querer clandestinizar el propio juego, en este caso, el foot-ball, que los más jóvenes solían practicar en explanadas ya marcadas por la Guardia Urbana como más importantes de confrontacion futbolera, estas eran las de la Estación del tren, Plaza de la Constitución, jardines de Capuchinos y calles menos concurridas…



Ante tal bando, era muy normal en los años veinte que, mientras unos jugaban otros estuviesen muy atentos a la llegada del policía que les podía quitar la pelota o ponerles una multa a sus padres. Así que para evitar males mayores, se ideo una consigna o frase para salir por píes cuando las autoridades se acercaban por la zona donde se dirimía aquellos entretenidos “moloch futboleros”.

Según me comento en su día el pintor, Paco Hernández, hijo del guardia urbano Vicente, la palabra clave que los chavales utilizaban era, “muni queop” o lo que era en cierta medida la frase abreviada de, municipal que os quita la pelota.

Dio resultados positivos la utilización de esta frase y así nuestros primeros practicantes y jóvenes del lugar pudieron incubar su entusiasmo por el deporte de la pelota, mientras que en varias zonas de la ciudad se decía a modo de crítica, “ya no se juega a pelota con la mano, ahora se juega a patadas, y dicen que adelantamos…”

domingo, 28 de abril de 2002

NUESTRA PATRONA Y EL FÚTBOL


Muy pocos veleños conocen, que gracias a la primera aportación económica de los jugadores y directiva de la U.D. Veleña, se consiguió que poco a poco nuestra excelsa Patrona la Virgen de Los Remedios Coronada, pudiera tener un nuevo trono y así procesionarse con mayor brillantez por las calles de nuestra ciudad.
La imagen, según los historiadores, fue traída por una dama veleña María Calderón, desde Granada a finales del siglo XVI, donde pasó en un principio a ser devocionada en la iglesia de San Francisco, para luego trasladarse al popular cerro de San Cristóbal.
Sin duda es este uno de los monumentos más singulares de nuestra ciudad, tanto por la ubicación, ya que se domina todo el paisaje de Vélez, como por el cariño que la ciudadanía muestra por la imagen. Ermita construida a mediados del siglo XVII, aunque sufrió importantes reformas posteriores.

Entrada la década de los cincuenta, y tras la renuncia del Vélez C.F. a jugar en categoría federada, la U. D. Veleña, conocida popularmente por “La Paja” tomaría el relevo como primer representante del fútbol en nuestra ciudad en competiciones regladas por la Federación Sur.
Tras la reunión de su junta directiva, que estaba presidida por Luis López Muñoz, decidió en el mes de mayo de 1954, en ayudar a esta Hermandad en la campaña Pro-Trono para su Patrona.

El equipo para recaudar fondos, celebrró dos emocionantes encuentros de fútbol, uno contra el entonces equipo revelación, el Loreto C.F de Aviación (6 junio) y otro contra el siempre interesante, Atlético Malagueño (13 junio).
En ambos partidos se disputaría una magnífica Copa que había sido donada por la Caja de Ahorros de la Diputación Provincial.
Por ello y como se puede comprobar en los programas de mano de aquella época (foto superior) que se editaron, el origen de la construcción del segundo trono y que en la actualidad tiene la Patrona de Vélez-Málaga (el original y de madera está en su Ermita) llega de inicios con el fútbol.
Algo parecido ocurriría años antes con el Vélez C.F. y la Cofradía del Cristo de los Vigías (1948) o con los equipos locales, Betis Veleño, Club Atlétic Veleño y Sporting Club, a la hora de recaudar fondos para el resurgir de nuestra Semana Santa y en lo que fue el Torneo Deportivo Copa “Nuestra Sra. de los Desamparados”.

El 20 de mayo de 1956 la Virgen de los Remedios fue nombrada, “Alcaldesa Perpetua de la ciudad”, siendo bendecida en un acto en el que actuaron de padrinos Don Juan Barranquero Aponte (Alcalde, ex jugador y fundador del Vélez C.F.) y su esposa doña María Altamirano

Desde entonces y tras esos lazos entre el fútbol y nuestra Patrona, uno de los principales motivos de las visitas del primer club de la ciudad, no es otro que pedirle todo lo mejor para su equipo en la eminente campaña que se va a disputar.

Es por ello que el club veleño celebre una misa y le haga entrega a la imagen de varias canastillas con flores. Los jugadores del Vélez C.F. durante muchas campañas y en especial cuando conseguían algún título deportivo o ascenso de categoría, devolvían a modo de agradecimiento su visita a La Ermita del Cerro, y ofrecían a la Patrona el éxito obtenido.




Una de las ofrendas más recordadas, fue con motivo del primer ascenso conseguido a la categoría de Segunda División B (1995). Cientos de personas esperaban con bastante tiempo de antelación, la visita de su equipo titular, acompañados por las autoridades municipales, al acto en el que los futbolistas obsequiaron a su Patrona con bonitos ramos de flores y un banderín bordado en oro como recuerdo de aquella tan bonita e inolvidable efemérides. Esa ofrenda la realizaría el directivo, entonces más joven, Manolo Gutiérrez.
Es de destacar que en la campaña 2006-07 la junta directiva del Vélez, presidida por Francisco Medina Olivares y por unanimidad decidió ofrecerle a nuestra Patrona el escudo de oro del club, acto que se celebraría en el mes noviembre de 2006.
Es ya muy normal ver a más de un jugador veleño, llevar pegadas en cada una de sus espinilleras una foto de su Patrona, o que esta esta presente en algún rinconcito del vestuario del Vivar Téllez.