Ahora que se busca un himno por parte de la Federación Española de Fútbol del tipo que grabó El Arrebato para el Sevilla F.C, quisiera contaros la historia de cómo encontré el primer himno que se le dedicó a nuestra selección nacional de fútbol en 1934. Sería mi deseo que este himno pudiera ser oído alguna vez más en algún partido de nuestra selección, o que al menos tuviera la consideración de recordarse cuando juegue nuestra selección. Esta es la historia de un himno.
Un himno destinado a nuestra Selección Nacional de Fútbol que fue grabado en fechas cercanas a 1935 por un español de origen flamenco y que por caprichos de la guerra fue censurado, tristemente olvidado y que además, tuvo como aliados el transcurrir del tiempo y el material en el que por entonces se grababan las cosas, esto es, en delicados discos de pizarra.
Sin embargo el delito de este himno fue el titularse “Los leones rojos” y que sin apenas llegar a sonar un par de veces en partidos oficiales y a hacerse popular en aquellos tiempos, fue censurado en las emisoras de radio y posteriormente olvidado por quienes en un momento de nuestra contienda civil, vieron oportuno que no sonara más.
Muchas de las personas que lo prohibieron ni siquiera llegaron a reparar en oírlo, cometiendo el grave error de sentenciar una letra pulcra y para nada política.
Era simplemente unos acordes destinados a representar a un equipo que vestía entonces como hoy día, con camisola roja y pantalón azul, y que tenía como estrellas en aquellos tiempos a Ricardo Zamora, Zabalo, Aedo, Vantolrá, Luis Regueiro, Lángara, Iraragorri, Lecue, Emilín Alonso o Gorostiza entre otros.
Recuerdo que en el portal de internet en su apartado de discos, anunciaban con preferencia el pasodoble, “Hoy torea Marcial” y decían que en la otra cara del disco de pizarra había "una canción de fútbol"…
Ahí me tenías a mí, como modesto coleccionista deportivo, pujando ansioso por el disco y que felizmente conseguí a las dos semanas por una, sinceramente, ridícula cantidad.
Sin embargo el delito de este himno fue el titularse “Los leones rojos” y que sin apenas llegar a sonar un par de veces en partidos oficiales y a hacerse popular en aquellos tiempos, fue censurado en las emisoras de radio y posteriormente olvidado por quienes en un momento de nuestra contienda civil, vieron oportuno que no sonara más.
Muchas de las personas que lo prohibieron ni siquiera llegaron a reparar en oírlo, cometiendo el grave error de sentenciar una letra pulcra y para nada política.
Era simplemente unos acordes destinados a representar a un equipo que vestía entonces como hoy día, con camisola roja y pantalón azul, y que tenía como estrellas en aquellos tiempos a Ricardo Zamora, Zabalo, Aedo, Vantolrá, Luis Regueiro, Lángara, Iraragorri, Lecue, Emilín Alonso o Gorostiza entre otros.
Han pasado más de setenta años desde que se grabó y unos cuatro desde la fecha que lo encontré por mera casualidad en una subasta de un portal de coleccionismo de internet. Nunca fui buscando este himno, ya que como tantos y tantos españolitos que nos gusta el fútbol, jamás hemos conocido de su existencia.
Recuerdo que en el portal de internet en su apartado de discos, anunciaban con preferencia el pasodoble, “Hoy torea Marcial” y decían que en la otra cara del disco de pizarra había "una canción de fútbol"…
Ahí me tenías a mí, como modesto coleccionista deportivo, pujando ansioso por el disco y que felizmente conseguí a las dos semanas por una, sinceramente, ridícula cantidad.
Era el momento de saber de que canción hablaban (siempre pensé que sería de algún club español), y de que gran sorpresa me podía deparar, todo esto sin tener en casa un aparato de época en el que poder pinchar tan preciado tesoro descubierto.
Sonaba en mi casa el himno, en mi opinión en su tiempo silenciado, que hacía alusión a nuestro equipo nacional de fútbol, aquel que vestía como hoy de rojo y que posaba en su pecho el escudo de un león dorado y que quizás si la cordura hubiese imperado en aquellos entonces, podría haber sido tan popular entre los aficionados a lo que hoy es el, ¡Ala Madrid¡, Cant del Barça, Málaga “La Bombonera”, “Amunt Valencia” etc. de nuestros equipos representativos en las diferentes categorías.
Tras oírlo muchas veces, decidí ir más lejos. Ahora quiero saber algo más del personaje que lo cantó y que fue de su vida y que pasó… Manos a la investigación !
Sorpresa doble me lleve cuando tras desembalar el disco pude leer que más que una canción como así anunciaban en la red, era un himno, el de nuestra selección, un himno cantado por un tal Pablo Hertogs (arriba en la foto), disco de pizarra que poco tiempo después y tras adquirir una vitrola (antiguo aparato de reproducción de sonido, con una caja especial de resonancia en forma de maleta que incluía un plato para un disco fonográfico, un brazo con púa reproductora, un altavoz y una manivela para darle cuerda) y que por fin pude gratamente oír
Tras oírlo muchas veces, decidí ir más lejos. Ahora quiero saber algo más del personaje que lo cantó y que fue de su vida y que pasó… Manos a la investigación !
Lo poco que se sabe sobre el interprete del himno, Pablo Hertogs Sancho, de apellidos de origen flamenco-belga por parte de su padre, Jorge Hertogs Rossell, (un ingeniero de ferrocarriles de Brujas que fue destinado a Madrid) es que nació el 31 de mayo de 1907 en la localidad madrileña de Getafe y que falleció el 2 de agosto de 1970 a los 63 años en Montevideo (Uruguay).
El apellido Hertogs, según hemos podido investigar, es importante para la ciudad de Madrid, ya que el abuelo de nuestro protagonista, Andrés Hertogs Rossell, fue un ilustre ingeniero civil que hizo posible el actual Museo de las Ciencias, y en la que hay a su entrada una placa con su nombre.
Nuestro destacado barítono, Pablo Hertogs, tuvo numerosas actuaciones por toda España durante los años 30, y muy especialmente en el género de la zarzuela. Una popularidad que le llevo a ser protagonista principal junto a María del Pilar Lebrón, actriz que más tarde se convertiría en su primera mujer, en la película española dirigida por Rosario Pí, titulada “El Gato Montés” y que fue estrenada pocos meses antes de inicio de la guerra civil, en concreto el 2 de marzo de 1936 en Barcelona.
Meses antes de finalizar el rodaje de la citada película, Hertogs fue contratado para grabar en esa misma ciudad y para la Compañía del Gramófono S. A. E. “La Voz de su Amo” AE 4367, el himno futbolístico a 78 rpm y de 25 centímetros (foto arriba) , titulado “Los leones rojos” del que eran autores de la letra, R. de Castro y G. Tablas bajo arreglos musicales de Francisco Gravina.
El apellido Hertogs, según hemos podido investigar, es importante para la ciudad de Madrid, ya que el abuelo de nuestro protagonista, Andrés Hertogs Rossell, fue un ilustre ingeniero civil que hizo posible el actual Museo de las Ciencias, y en la que hay a su entrada una placa con su nombre.
Nuestro destacado barítono, Pablo Hertogs, tuvo numerosas actuaciones por toda España durante los años 30, y muy especialmente en el género de la zarzuela. Una popularidad que le llevo a ser protagonista principal junto a María del Pilar Lebrón, actriz que más tarde se convertiría en su primera mujer, en la película española dirigida por Rosario Pí, titulada “El Gato Montés” y que fue estrenada pocos meses antes de inicio de la guerra civil, en concreto el 2 de marzo de 1936 en Barcelona.
Este himno venía a rendir el mejor homenaje al combinado nacional español tras su participación en el primer mundial que participó, esto es de Italia 1934, donde tras ganar a Brasil por 3-1, fueron eliminados por los anfitriones tras dos partidos, no exentos de polémica ambos, por la extrema dureza empelada por los italianos en el primero y con prórroga además (1-1) y que acabó con varios jugadores españoles lesionados. Ese encuentro se recuerda en la historia del fútbol como "La Batalla de Florencia".
Al día siguiente se tuvo que celebrar el segundo partido (desempate) en el que España diezmado sin su habitual equipo titular y al que se le suma el casero arbitraje del suizo Mercet, se les anuló dos goles y para colmo aún de males, el único tanto obra del italiano Meazza fue en una flagrante falta sobre el meta español, Boch, que cubriría el arco español ante la lesión de Ricardo Zamora que en el primer partido salió con dos costillas rotas.
No era la primera vez que Hertogs pisaba estos estudios, ya que en abril de 1934 ya había grabado “La embajada en peligro” y el vals “Nunca la olvidare” para esta compañía.
Disco de pizarra que tendría en su cara b grabado el pasodoble titulado “Hoy torea Marcial” y que de la misma manera que el himno, estaba interpretado por la Banda Hispánica a cargo del maestro y director musical, Pascual Godés.
Disco de pizarra que tendría en su cara b grabado el pasodoble titulado “Hoy torea Marcial” y que de la misma manera que el himno, estaba interpretado por la Banda Hispánica a cargo del maestro y director musical, Pascual Godés.
Tras ser denominada Cataluña como zona republicana y posteriormente liberada por las tropas nacionales de Franco, y en gran manera perjudicado por la mala prensa que se le dio a este artista, tachado de “mal patriota” por haber grabado un himno, que en especial el bando franquista nunca quiso aceptar, ya que aquello de “leones rojos” no estaba muy bien visto, Hertogs sin una marcada ideología política y con apenas oportunidades de trabajo, tuvo que buscar mejor suerte en el mundo del espectáculo, por lo que se vio obligado a emigrar a La Argentina donde actuó en varios locales y teatros denominados de primera y segunda fila.
Su carrera como artista fue más bien corta, ya que tuvo que abandonarla con casi 38 años al serle detectado una complicada afección cardiaca, esta razón fue entre otras, las que le motivaron a que sin una ocupación concreta, llegase a malvivir en sus últimos años de vida hasta fallecer relativamente joven.
Según hemos podido saber por familiares de Hertogs, unos años antes de su muerte, éste visitaría Madrid por un corto espacio de tiempo, momentos en que algunos antiguos amigos vinculados con la música le ofrecieron la posibilidad de trabajar en la Orquesta de la Ciudad de Madrid, pero Hertogs debido a su delicado estado de salud y más arraigado a la vida uruguaya declinó esa posibilidad.
Del himno “Los leones rojos” poco más se supo, si bien cuentan que fue radiado alternativamente junto al pasodoble “Hoy torea Marcial” por algunas emisoras locales de Barcelona y Zaragoza, así también sonó en los espacios previos y en los descansos de la retransmisión de al menos dos partidos de la Selección Nacional, en especial el que jugó ante Suiza en Berna (0-2) el 3 de mayo de 1936 y el no oficial (ya en plena contienda nacional) ante la selección de Portugal (1-2) del 28 noviembre de 1937 en el Estadio de Balaídos (Vigo).
Estos datos complicados hoy día de corroborar por el tiempo ya pasado y la poca información que se ha podido conseguir en la misma RFEF a la que me dirigí en varias ocasiones.
Algunos meses después y sin mucha continuidad en su trabajo se desplazo a la vecina Uruguay donde allí fijó definitivamente su residencia en la ciudad de Montevideo, contrayendo además matrimonio en terceras nupcias con una uruguaya de descendencia malagueña del barrio del Perchel y de nombre Evola Rodríguez Gabard con la que tuvo cinco hijos.
Su carrera como artista fue más bien corta, ya que tuvo que abandonarla con casi 38 años al serle detectado una complicada afección cardiaca, esta razón fue entre otras, las que le motivaron a que sin una ocupación concreta, llegase a malvivir en sus últimos años de vida hasta fallecer relativamente joven.
Según hemos podido saber por familiares de Hertogs, unos años antes de su muerte, éste visitaría Madrid por un corto espacio de tiempo, momentos en que algunos antiguos amigos vinculados con la música le ofrecieron la posibilidad de trabajar en la Orquesta de la Ciudad de Madrid, pero Hertogs debido a su delicado estado de salud y más arraigado a la vida uruguaya declinó esa posibilidad.
Del himno “Los leones rojos” poco más se supo, si bien cuentan que fue radiado alternativamente junto al pasodoble “Hoy torea Marcial” por algunas emisoras locales de Barcelona y Zaragoza, así también sonó en los espacios previos y en los descansos de la retransmisión de al menos dos partidos de la Selección Nacional, en especial el que jugó ante Suiza en Berna (0-2) el 3 de mayo de 1936 y el no oficial (ya en plena contienda nacional) ante la selección de Portugal (1-2) del 28 noviembre de 1937 en el Estadio de Balaídos (Vigo).
Estos datos complicados hoy día de corroborar por el tiempo ya pasado y la poca información que se ha podido conseguir en la misma RFEF a la que me dirigí en varias ocasiones.
Como curiosidad, sólo un jugador estaría presente en las alineaciones del combinado español en los dos encuentros anteriormente relatados y en las que se radió el himno de Pablo Hertogs. Hablamos del defensa Vega, que si en el primer partido fue sustituto del defensa Muguerza, en el segundo encuentro ante Portugal jugaría como titular.
Hoy día cuando juega nuestra selección se oye el conocido tradicionalmente por “Marcha Granadera” o “Marcha Real Española” y que tiene su origen en un toque militar de autor desconocido y que aparece recogido en 1761 en el “Libro de Ordenanza de los toques militares de la Infantería Española” y que el Rey Carlos III la declaró Marcha de Honor el 3 de septiembre de 1770.
Nuestro actual himno no tiene letra, sólo música.
HIMNO DEDICADO AL EQUIPO NACIONAL DE FÚTBOL
“LOS LEONES ROJOS”
(R. de Castro, G. Tablas y F. Gravina)
Pablo Hertogs acompañado por la Banda Hispánica bajo la dirección del maestro Godés
Rojos leones ardientes
de legendaria fiereza,
los de jugadas valientes
los de franca entereza.
Aunque a vuestro paso ladre
la impotencia del felón,
España, como una madre
os besa en el corazón.
Y, cuando os tiende los ojos
lanza este grito triunfal,
viva mis leones rojos
del equipo nacional.
Leones españoles
vibrantes como acero
templado por las aguas
del Tajo, del Nervión.
A fuerza de entusiasmo,
se impone al mundo entero
la indómita bravura
de vuestro corazón.
Seguid siempre adelante,
que España os acompaña,
no tuerzan vuestro rumbo
la farsa ni el baldón.
Tan limpio es nuestro juego,
como el blasón de España,
leones españoles
avanti y al balón.
Pablo Hertogs acompañado por la Banda Hispánica bajo la dirección del maestro Godés
Rojos leones ardientes
de legendaria fiereza,
los de jugadas valientes
los de franca entereza.
Aunque a vuestro paso ladre
la impotencia del felón,
España, como una madre
os besa en el corazón.
Y, cuando os tiende los ojos
lanza este grito triunfal,
viva mis leones rojos
del equipo nacional.
Leones españoles
vibrantes como acero
templado por las aguas
del Tajo, del Nervión.
A fuerza de entusiasmo,
se impone al mundo entero
la indómita bravura
de vuestro corazón.
Seguid siempre adelante,
que España os acompaña,
no tuerzan vuestro rumbo
la farsa ni el baldón.
Tan limpio es nuestro juego,
como el blasón de España,
leones españoles
avanti y al balón.
Seguid siempre adelante
que España os acompaña
no tuerzan vuestro rumbo.
la farsa ni el baldón.
Tan limpio es vuestro juego,
como el blasón de España,
leones españoles
avanti y al balón,
al balón.
que España os acompaña
no tuerzan vuestro rumbo.
la farsa ni el baldón.
Tan limpio es vuestro juego,
como el blasón de España,
leones españoles
avanti y al balón,
al balón.